Soy Polo Pompa, fotógrafo de bodas y apasionado del instante perfecto. Mi historia con la fotografía empezó como un juego a los nueve años, y desde 2009, ese juego se convirtió en mi forma de vida. He tenido la fortuna de documentar historias que me han llevado desde pequeños pueblos mágicos hasta grandes capitales. Cada boda es una nueva aventura y cada pareja, una nueva historia que merece ser contada con emoción, luz y pasión.
Nuestro estudio se encuentra en Monterrey, pero no conoce fronteras: viajamos a cualquier rincón del país (y más allá, donde el idioma nos lo permita) para capturar emociones con autenticidad. No solo llevamos cámaras, llevamos una mirada sensible, entrenada y empática que se enfoca en lo verdaderamente importante: las personas, los detalles y sus momentos más significativos.
Más que tomar fotos, me dedico a atrapar emociones que duran un segundo… y hacerlas durar toda la vida. No se trata de poses perfectas, sino de miradas que llegan, lágrimas inesperadas y abrazos que lo dicen todo. Eso es lo que me mueve: congelar lo invisible y devolverlo en forma de recuerdo eterno.